14 sept 2012

Carta abierta a Manuel Macià, por Abraham Barchilón


La siguiente carta firmada por Abraham Barchilón es una reacción a la columna de Manuel Macià del 12 de septiembre en "Última Hora" y ha sido publicada el 14 de septiembre:

Palma, o quizás Baleares entera, por ser el núcleo territorial de difusión del Periódico “Ultima Hora”, habrá quedado conmocionada el miércoles día 12 de septiembre al leer lo que, periodísticamente, se pudiera calificar como “ Columna”, si no fuera porque sus elucubraciones son ya conocidas.

Cuando me encuentro con textos como el suyo, no acierto a comprender cual es la finalidad del mismo, si es el desconocimiento de la materia sobre la que escribe, la osadía de escribir por escribir o si es la expresión virulenta de las entrañas que se le revuelven, quizás por su mala conciencia.

Todo el contexto de lo que escribe debería ser encuadrado más en el desarrollo de la profesión que usted dice ejercer “Director de Teatro”, que en la de columnista donde es necesario guardar un mínimo de seriedad y en la que, en su delirio, traslada una versión de algún género periodístico por descubrir o catalogar, al que yo me atrevería a llamar “maldad a conciencia”.

Todo comentarista, columnista o teatrero (por lo de director), se debe al público al que escribe y debe guardar un mínimo de ética. Aparte de lo sesgado de su exposición, no le hemos leído un solo artículo sobre la masacre del gobierno sirio a sus propios ciudadanos, bombardeando con aviones y utilizando armas pesadas sobre la población civil. Quizás en esas ciudades los que viven, hombres, mujeres, niños, para usted no sean personas o sí lo sean los terroristas de Hamas que, en la zona secesionada de Gaza, tienen establecidas las bases para atacar, es decir, matar no sólo a los israelíes que viven en las zonas colindantes, por cierto también seres humanos, sino que atentan y matan a sus propios hermanos egipcios durante, por ejemplo, la conmemoración de la fiesta más sagrada del Islam – el Ramadan –, aunque después se escandalicen por el contenido de algún libro o película.

En relación a otras partes del mundo, tampoco he leído ningún “panfleto incendiario” suyo sobre cómo día si y día también, los ataques terroristas proliferan ya sea en Irak, Pakistán , etc. o cómo la democracia egipcia, esa llamada primavera árabe, ha dejado trascender lo que es su máxima expresión de libertad, es decir, que la presentadora de la TV egipcia sea una mujer, eso sí, con velo y no por propia convicción, que sería muy respetable, sino por imposición del gobierno de los llamados “Hermanos Musulmanes”, aunque no sabemos de quien son hermanos realmente, pues ya hemos visto como los de Gaza, no deben serlo pues los matan.

Podríamos seguir enumerando actos violentos, todos ellos sin el menor reparo suyo, pero tristemente hoy mismo hemos conocido la muerte, por un ataque de fanatismo y esquizofrenia colectiva, de cuatro representantes del gobierno de EEUU en Bengasi…sí, aquellos que llamaron para que les ayudasen a liberarse de otro dictador sanguinario - Gadafi-.

Por todo ello, considero que usted no merece una sola palabra más, que la opinión pública, afortunadamente, hoy tiene información suficiente, por lo cual, usted mismo se descalifica. Su desprestigio personal, su fanatismo literario, sus elucubraciones y, porqué no decirlo, “su diarrea mental”, hacen que afortunadamente la trascendencia de sus “delirios” no sea de gran calado, pues es más natural pensar que el tiempo es oro, que no merece la pena ser leído y simplemente pasar la página.

 

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